2 de diciembre de 2007

Villavieja, 1834

Colocamos a continuación, la descripción que se hace de Villavieja en el Diccionario Geográfico Universal redactado por una Sociedad de Literatos y publicado por la imprenta José Torner de Barcelona entre los años 1831 y 1834. En nuestro caso, el artículo aparece en el tomo X, publicado el año 1834.



Villa secular de España, provincia y a 14 leguas al Suroeste de Salamanca, partido, obispado y a 5 leguas al Norte de Ciudad Rodrigo. Es exenta. Alcalde ordinario. Población 1080 habitantes. Tiene una sola parroquia, cuyo edificio si se hallase concluido sería magnífico, le empezó D. Antonio de la Águila, cura que fue de esta villa y después Obispo de Zamora y uno de los padres que asistieron al concilio de Trento. Situada a una legua escas del río (Y)eltes, cuya corriente forma la división de su término por espacio de 3 leguas, quedando la villa al Oeste y Sur de este río por las diversas direcciones o vueltas que toman su curso.
El clima es muy saludable, el cielo alegre y despejado, el terreno abierto con muchas vegas y valles, bien que generalmente es montuoso; se halla en él una grande dehesa y un buen monte de encina y roble.

En sus cercanías se hallan dos fuentes minerales, la una llamada del "Pisón de Hierro" y abundantísima, la cual deja tintado el terreno por donde corre por más de cuarenta pasos, y la otra dicha de la Cotorra que criando por (en)cima una telilla blanca dispide un olor poco grato que a veces no puede tolerarse, aunque el agua corre abundantemente.

Produce bastante trigo, algarrobas, mucho lino y algunas legumbres y cría bastante ganado, principalmente cabrío.

Industrias: ocho tenerías en las que se fabrican numerosas piezas de baqueta, suela, cordobanes de toda clase y mediana calidad, veinte obradores de zapatería en que se ocupan muchos brazos, quince telares de lencería y dos de lana, dos batanes y dieciséis molinos harineros, incluso uno de viento, que proveen a los pueblos comarcanos.

Facilmente se deduce de aquí la laboriosidad de los habitantes de esta villa, pues hasta las mujeres y niñas están ocupadas en hacer encajes, redes y otras labores de su sexo, de las que surten a muchos pueblos circunvecinos. Sostienen activas relaciones con Portugal, de cuyos límites dista cuatro mleguas, por venir de aquel reino la mayor parte de los cueros que trabajan sus fábricas.

Goza de particulares privilegios que le fueron concedidos por el Sr. D. Felipe II, en cuyo reinado se hizo villa, comprando sus vecinos todo el término que antes correspondía a la corona.


Nota.- Desgraciadamente el último párrafo no es cierto. Por lo menos en su totalidad. Los vecinos intentaron comprar la villa a Felipe II, pero al final quien la compró fue Garci López de Chaves de Ciudad Rodrigo en el año 1571.