16 de abril de 2011

La lechuza

Lechuza común - Fotografía Stevie B. Wikimedia Commons

Con la lechuza pasa algo similar a lo del cuco. Casi todo el mundo ha oido hablar de la ella o ha escuchado el curioso sonido de sus gritos o chillidos, pero casi nadie la ha visto. En el centro de Villavieja se suele escuchar durante el verano los gritos y siseos de una de ellas. Científicamente se denomina "Tyto alba". Transcribimos a continuación el texto sobre la lechuza publicado en una Hoja Divulgadora de 1948 editada por el antiguo Ministerio de Agricultura.



LA LECHUZA (Tyto alba)

Descripción.

Todo el mundo ha oído hablar de la lechuza, pero son pocos los que la ven. Es un hermoso animal, aunque de aspecto algo estrafalario. Cuando está posada, mantiene el cuerpo levantado, alcanzando la altura de una gallina; pero su corpulencia es bastante menor. La cabeza es muy voluminosa y lleva dos magníficos ojos, que durante el día permanecen cerrados, o sólo entreabiertos. La cara, el pecho y el vientre, son blancos, como también las patas, que están completamente recubiertas de plumas. El resto de la cabeza. e¡ dorso, la cola y las alas, son de color gris pardo; pero cada pluma, bien mirada, ostenta un delicado dibujo de listitas grises con algún lunar blanquinegro, sobre un fondo pardo anaranjado.

Nombres vulgares.

En casi toda España este ave es conocida con el nom bre de lechuza o coruja. En Galicia la llaman curuxa; en Cataluña, xura, y en las provincias vascas, sorgin, choria y ontza.

Vida y costumbres.

Durante el día está escondida entre las piedras de las ruinas, en las buhardillas, en los huecos de la sillería de las torres o en las cavidades de viejos y corpulentos árboles. Hasta que no es bien de noche, no sale de sus escondrijos. para lanzarse a volar en busca de su alimento. En primavera y en verano se oyen con frecuencia sus gritos, especie de chirridos o siseos que pueden amedrentar a quien no la conozca.

En los mismos escondrijos establece su nido, donde pone de cuatro a ocho huevos, y a veces más, de tamaño mitad que los de una gallina, bastante redondeados y de color blanco. Generalmente, la puesta es en marzo, y puede haber una segunda en pleno verano, o después. Los pollos tienen un aspecto más extraño aun que los adultos, parecen bolas de espesa pelusa blanca.

Beneficio.

La lechuza es uno de los más formidables auxiliares del agricultor, a pesar de ser mal mirada por muchos. Es sorprendente que haya tantos pueblos en España donde creen aquella fábula de que se bebe el aceite de las lámparas de las iglesias. Los cazadores tampoco la miran con simpatía. y algunos piden su exterminio, creyendo que son ellas, y no los cazadores furtivos y las malas artes de caza, lo que hace disminuir las perdices, conejos y codornices.

Pero ni las habladurías del que está mal enterado, ni las leyendas infundadas, han de tenerse en cuenta. La verdad es muy otra. Es la que puede hallar cualquiera que se entretenga en examinar las pelotas que vomitan estas aves. Estas pelotas se encuentran en los desvanes y al pie de los sitios que el ave elige para reposar y guarecerse. Están formadas a base de pelos, huesos, pellejos, uñas y otras porciones indigeribles, que son expulsadas normalmente después de cada digestión. El tamaño de las pelotas es de unos seis centímetros de largo por cuatro y medio de ancho.

Un entendido estudió 700 pelotas de lechuza, que reunió a fuerza de tiempo y mucho buscar. El estudio paciente de esas pelotas demostró que contenían los restos de más de 1.500 topos y ratones y de 134 ratas. Otra estudiosa persona examinó el contenido de los estómagos de 32 lechuzas y pudo comprobar que el 70 por 100 de todos los estómagos eran restos de ratones y topillos, un 7 por 100 eran restos de insectos perjudiciales y un 9 por 100 huesos y desperdicios de gorriones y otros pájaros pequeños dañinos. En total, el 86 por 100 del contenido de aquellos 32 estómagos eran restos de animales perjudiciales.

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