13 de octubre de 2011

Robo ingenioso

 Los amigos de lo ajeno, no han descansado nunca, ni descansarán. Y los hay verdaderamente ingeniosos, como para ir adecuando sus métodos a los nuevos tiempos. Para el que sufre el robo, la cosa, desde luego, no tiene ninguna gracia, pero, no me negaréis, que en ciertas ocasiones -sobre todo en el caso de los timos y estafas- algunos resultan harto habilidosos. Y aquí estamos frente a uno de ellos. Dos compinches que roban con un curioso procedimiento en Alba de Tormes. A uno lo pillan y lo juzgan, pero el otro,.... ¡si te he visto, no me acuerdo!  Vean como lo relata el periodista encargado de Tribunales -que frma "El Licenciado Salvadera" - en el Adelanto el 17 de Octubre de 1911, hace ahora unos cien años.
Alba de Tormes. Foto Luidger (Wikimedia Commons)

ROBO INGENIOSO

Los criminales vulgares conciben el delito y lo realizan sin poner en su ejecución ingenio de ninguna clase; pero en cambio, los más avisados emplean medios que, además de asegurar su plan, buscan con ellos la impunidad.

Uno de los vivos es el que ocupó ayer el banquillo de los acusados en la sección primera, para ser juzgado por el Jurado del partido de Alba de Tormes.

El hecho origen de la causa, que en el período oportuno del juicio confirmó el Jurado, de conformidad con las conclusiones del ministerio público, es el contenido en el siguiente veredicto:

José Eulogio García y García, ¿es culpable de haberse puesto de acuerdo con otras personas para apoderarse con ánimo de lucro de varias cosas muebles, ajenas, cuando pudieran realizarlo, y llevando a efecto su criminal propósito en ocasión de dirigirse el 14 de Junio de 1910 Vicente Vegas García, en unión de un sujeto para este desconocido, desde Alba de Tormes al ferial de ganados que se celebraba extramuros de dicha población, al pasar frente a la plaza de Toros, el José Eulogio García, que caminaba delante de ellos en la misma dirección, retrocedió y les preguntó si habían encontrado un papel que se le había caído que contenía 3.500 pesetas. El citado desconocido, al propio tiempo que le enseñaba un legajo de billetes, le dice: “Mira a ver si son éstos” operación que también realizó Vicente Vegas, sacando de una cartera que contenía 600 pesetas en billetes del Banco de España, en cuyo momento García y García cubrió la cara de Vegas con un pañuelo narcotizado, que le privó del conocimiento, apoderándose entonces García y García de la cartera con los expresados billetes y la cédula personal, dándose en seguida a la fuga con el repetido sujeto desconocido? Sí.

José Eulogio García y García, ¿carece de toda clase de bienes de fortuna, ni ejerce profesión, oficio ó industria alguna que le facilite medios para atender á su subsistencia? Sí.

En vista de la resolución de los jueces de hecho, la sala dictó sentencia, en la que condenó á José Eulogio García a la pena de seis años, diez meses y un día de presidio mayor, accesorias, indemnización de 600 pesetas al perjudicado Vicente Vegas y pago de costas. Para el cumplimiento de esta pena, se le abonó la mitad del tiempo de prisión provisional sufrida. El José Eulogio ha liquidado sus cuentas con un déficit digno de la astucia que empleó al cometer el delito, no obstante estar negativo; pero en cambio, Manuel Martín González, declarado rebelde en la causa, deja pendiente su liquidación, dando así pruebas de ser más listo que su compañero, burlando la acción de la justicia. La voz de la acusación pública la llevó en este juicio el teniente fiscal señor Hebrero; defendió los derechos del procesado el letrado señor Cáceres, en sustitución del señor No, y dirigió los debates el presidente señor Casas. Se invirtieron en la sesión las horas de la mañana y tarde, hasta las siete y media de la noche

El Adelanto, 17 de Octubre de 1911