10 de abril de 2012

Sin Semana Santa

 A punto estuvieron los salmantinos de quedarse sin procesiones de Semana Santa hace ahora cien años. Así lo contaba El Adelanto a comienzos del mes de marzo de 1912:

Sin Semana Santa

Es decir, sin procesiones de Semana Santa. ¿Qué les parece a ustedes la noticia? Yo no me atrevo a asegurar que este año no haya procesiones de Semana Santa, pero sí me atrevo a decir que he oído a los mismos cofrades de la Cruz manifestar temores de que este año no haya procesiones en Semana Santa. Qué ocurre, preguntarán algunos lectores que han vista salir año tras año la procesión del Entierro y a quienes seguramente ni se les había ocurrido que llegara un año sin procesión. Ocurre lo siguiente: Hace algún tiempo la cofradía de la Vera Cruz, citó a una reunión a las personas más caracterizadas de Salamanca por su significación y sus ideas religiosas. En la reunión se habló de dar gran esplendor a las fiestas de Semana Santa de este año. Hicieron uso de la palabra muchos de los reunidos, expresándose todos en el mismo sentido; en el de que hacía falta preparar algo extraordinario para este año. Por las reseñas oportunamente publicadas, pudieron enterarse los lectores de EL ADELANTO, de que allí se habló de la necesidad de dar gran esplendor al culto y de atraer forasteros a Salamanca. Dará una idea del espíritu y los deseos de los reunidos, el recordar que en aquellas reuniones se habló de hacer nuevos pasos que se quería encomendar a artista de tanta reputación como el laureado Benlliure. Con objeto de allegar fondos para los gastos que se originaran, se nombró una comisión que se encargara de solicitar recursos por cada parroquia. A propuesta de uno de los reunidos se acordó por unanimidad, que los párrocos de Salamanca fueran presidentes de dichas comisiones y que acompañados de ellas visitaran a las personas devotas Con tan buenos elementos, todos esperamos que los resultados fueran satisfactorios. Llega el domingo último, y los periodistas nos encontramos con una invitación para la junta que se celebraría aquella tarde, A las cinco, hora señalada en la invitación, me fui a la Cruz. Por el camino, involuntariamente iba yo fantaseando sobre lo que se diría, y aunque refrenando la imaginación me parecía mucho haber reunido la suma que Benlliure exigiría por un paso, sí creí que hubiera reunido algún dinero. Él señor Benito Paradinas abre la sesión y dice poco más ó menos: "El domingo último, la hermandad de la Vera-Cruz celebró la junta anual, para acordar lo referente al novenario de los Dolores y a las procesiones de Semana Santa. E l novenario ya está acordado, pero lo referente a las procesiones se dejó en suspenso hasta ver lo que resultaba de esta junta, en la que yo invito a hablar a los que formaban parte de las comisiones elegidas^ A l terminar de hablar el presidente, habla uno de los comisionados de la parroquia de San Sebastián y dice que no han reanudado nada» El de San Juan de Sahagún dice lo mismo, y lo mismo el de Sancti- Spíritus y el de San Martín. El señor Montero (don Juan), dice que la comisión de que él formaba parte ha recaudado cinco pesetas y que han ofrecido tres cincuenta. Adiós paso de Benlliure. Todos dicen que así es imposible hacer nada. No termina ahí todo, sino que don Lorenzo Iglesias, presidente de la hermandad de paso, dice: "Yo no dispongo hoy más que de setenta y nueve hombres, y con esos solos no me comprometo a sacar la procesión,,. ¿Qué hacer? Cuando me preparaba a abandonar el local, echando un velo sobre lo oído, los reunidos hablan de la prensa y me piden directamente que hable dé esto. No me acusen ustedes, pues, de aguar la Semana Santa. Hablo de esto accediendo a los deseos de los reunidos en la Vera Cruz, que no se puede tachar de indiferentes. ¿Qué piensan las personas devotas de esto que digo? ¿Qué piensan comerciantes e industriales? Piensen por lo menos que urge la contestación.


JUAN DE SALAMANCA